101 km Ronda
Por fin llegó el día tan esperado. Salí el viernes por la
tarde del curro en Alicante directamente rumbo Ronda. Unas 6 horas mas tarde
llegué, y me reuní con mi padre que ya llevaba un par de horas allí, recién
llegado de Bélgica a través del aeropuerto de Málaga. Había muchísimo ambiente
en el centro histórico de la ciudad, y después de sacar algunas fotos del tajo
aprovechamos para cenar un menú de tapeo en un sitio muy acogedor.
Después preparamos nuestras mochilas en el hotel, haciendo
un último filtro para limitar el peso lo máximo posible. Lo que siguió fue una
noche muy inquieta y larga, donde me desperté cada dos por tres el ronquido de
mi padre. Había comprado tapones, porque ya lo sabía, pero era tan alto que no
había forma de no oírlo. Y cuanto más intentaba no prestarle atención, mas me
ponía de los nervios. Horroroso. Pero bueno, ya llegó la luz de día por fin y después
del desayuno nos dirigimos con el montón al estadio de futbol, lugar de salida.
Era impresionante la cantidad de ciclistas y corredores, pero nos colamos un
poco por lo que entramos muy fácil y rápido dentro. Había un ambiente de mucho
ánimo, y sobre todo el último discurso, junto con la música y el cañonazo hizo
que se me ponía la adrenalina a tope y la piel de gallina. ¡Ya había llegado el
momento!
Aunque estaba un poco nervioso, no era nada comparado con
otras carreras, ya que mis ambiciones eran relativamente relajadas. Quería
terminar la carrera junto con mi padre, y conocer la ruta para igual ir con más
ambiciones el año que viene, con la compañía de otros madelsur.
Empezamos a andar, el primer kilometro muy emocionante, por
la gran vía de ronda, con muchísima gente aplaudiendo y gritando. Dentro de
nada ya llegamos al campo fuera de la ciudad, el camino era liso, de tierra, lo
ideal. Pero pronto ya nos encontramos con el primer enemigo en esta carrera: el
sol! No hay manera de esconderse, es sofocante. El sol te da en la cara y le da
al suelo, y del suelo vuelve a subirse en tu cara. No hay sombra ninguna. Pero no lo pasé mal,
porque llevamos un ritmo alegre de andar a unos 7 km por hora. Subiendo, bajando
o llano, siempre igual. En teoría muy poco desgaste, pero los kilómetros si se
hacen eternos así!
Nosotros íbamos bien preparados, con nuestras mochilas
llenas de barritas y agua, muy en contraste con mucha otra gente que llevaba
botellitas pequeñas (siempre vacías) o peor incluso: nada. Pasamos los primeros
avituallamientos, con unas colas de seguramente 15 minutos para beber agua o
rellenar las botellitas. Entre ellos mucha había gente que nos había adelantado
corriendo, pero los adelantamos allí ya que siempre íbamos a 7 por hora y pasamos
de avituallamientos con esas colas. Sin exagerar, casi toda la peña iba
corriendo y continuamente nos adelantaba. Sin embargo, siempre vimos las mismas
caras y las mismas camisetas adelantándonos hasta 10 veces. Una sensación muy
rara, ya que nosotros solo adelantábamos unos pocos en la subiditas.
Así llegamos a kilometro 25, el primer avituallamiento donde
daban algo más que agua, naranjas y plátanos: un bocadillo y un donut. Nos
sentamos unos 10 minutos a descansar, ya que ya llevábamos unas 4 o 5 horas. De
allí iba alternando entre llano y bajada, por lo que pensábamos de apretar un
poco más, pero a los poco kilómetros notaba que mi padre no me seguía ya tan de
cerca. Me fijé que tenía la cara muy roja y no parecía nada fresco. Yo tampoco
me sentía como debería, mis ingles ya me dolían y eso me daba miedo con los
kilómetros por delante. Pasamos un pueblecito, con un supermercado pequeño. Le
indiqué a mi padre de seguir mientras yo comprara coca cola y helado. Tardé
casi 5 minutos en la tienda, ya que estaba metida mucha gente, y al salir
empecé a correr para acercarme a mi padre. El dolor de mis ingles desapareció
corriendo, y noté un alivio y un gusto por fin estirar las piernas. Dentro de
nada ya estaba con mi padre, que tenía un aspecto todavía peor que antes.
Parecía un golpe de calor. Había llegado tarde con la coca cola y el helado. Un
vecino no ayudo prestando su manguera para que se refrescara. Aun así, cuando
reanudamos la marcha, ya no había ritmo ninguno. Es más, habíamos llegado a la
primera subida fuerte, y mi padre llegó arriba solo con mucho esfuerzo, pasito
por pasito y descansando donde podía. En la cima nos quedamos un cuarto de hora
descansando un poco, hablaba de retirarse, pero insistí que siguiéramos, ya que
le había dado magnesio y mucha bebida. Además, ahora había cuesta abajo por lo
que podía recuperar. Así que seguimos, pero cada vez más lento. Ya hablaba
también de calambres, y se le iba la voz del todo. Me estaba preocupando un
poco, pero al otro lado no paraban de pasar ambulancias militares lo que si
daba algo de seguridad. Al rato ya era obvio que no iba poder recuperarse, por
lo que ya quedamos que se iba a quedar detrás en el avituallamiento del
kilometro 50. Así ya me iba preparando
mentalmente para ver que iba a hacer después. Me fijé a la gente alrededor, y veía muchos “cuerpos muertos”: incluso había
un chico joven con un aspecto fuerte, pero en las bajadas iba al revés, por lo
visto por las ampollas que le habían salido. Otros iban cojeando. Casos
perdidos, con los kilómetros por delante. Luego yo, La verdad es que me sentí
muy fresco, aparte de mis ingles que me dolían. Pero al otro lado, al correr
ese ratillo ya no me dolió. Así que decidí de saltar de “marchador” a
“corredor” después del kilometro 50, después de 10 horas de carrera (a las 21h).
Empecé a un ritmo alegre de 4’45”, ya que quería buscar mis
límites y también ver como realmente tenía las piernas. Me dio mucho ánimo
cuando los comentarios de la gente (los cuerpos muertos), que nos habían ido
adelantando en los últimos 15 kilometros. “Ostras”, “mira ese de que va”, etc.
Pero ya se habrán dado cuenta muy rápido que no era un tonto a quien se le
había ido la mente, ya que desde las 21h solo he adelantado a gente, y nadie me
ha adelantado a mí. Es difícil estimar a cuantos he adelantado, pero no creo
que me equivoque si digo que hayan sido más de 700 hasta la meta.
En kilometro 60 ya no era posible de correr, ya que empezó
la subida más larga de la carrera, con casi 10 km en total. Seguía a tope, con
buen ritmo, adelantando uno tras otro. Mientras ya se había hecho de noche, por
lo que ya conocí a los 2 otros enemigos en la carrera: las cuestas y la
oscuridad. Pensaba que mi frontal era bueno, pero allí había solo esa luz, por
lo que me di cuenta que no valía para nada, y que irá directamente a la basura.
Tampoco molestó mucho en las subidas, porque te da tiempo ver lo que necesitas
ver. Pero después, en la bajada si que me limitó mucho. No veía mucho, y había
mucha piedra suelta. Así que estaba condenado a andar e intentar aprovechar la
luz de otros. Como colmo, me quedé sin agua. No había rellenado mi mochila en
el ultimo avituallamiento, pensando que quedaba bastante dentro. No le daba
mucha importancia, ya que el siguiente era en 4 kms (en km 74), pero luego resultó
que eso no era nada más que un cartel poniendo “KM 75”. Eso si era desastroso,
llevaba mucho tiempo sin beber, y sin beber no se puede comer, y noté como iba
colapsando. Los kilómetros se me hacían eternos. Por fin llegué al cuartel que
esta en km 77.5, y donde te dan arroz, carne, sopa y bebida. Había ido profundo
en estos últimos kilómetros, y hasta casi me entraron lagrimas del agotamiento.
Me costó muchísimo no vomitar toda esta comida preciosa. Pero no lo dejé pasar,
porque sabía que allí se me iba a ir la carrera. Empecé a andar, todavía
sintiéndome muy débil,. Pero a los 5 minutos ya tenía su efecto la comida y la
bebida, y volvía a sentir la potencia en las piernas y en la cabeza. No veía
una mierda, pero esta bajada era en carretera, por lo que empecé a correr. Era
el único que corría. Miento, había otros también, pero yo iba a doble velocidad
suyo. En esa bajada he adelantado un montón de gente, e iba disfrutando
muchísimo. Después de eso había una subida de 1 kilometro más o menos, e iba a
toda leche. Incluso la parte de la subida que no era muy inclinado atrevía
hacer corriendo. En el kilometro 96 ya podía ver Ronda, lo que me dio muchos
ánimos. La gente que iba adelantado ya no eran cuerpos muertos, la mayoría
tenía bastones –tic tac tic tac- con un buen ritmo. Ya estaba en la última
subida, desde el campo hasta la ciudad. Con mucho pendiente, y seguramente allí
sufrirán muchos. Pero a mí ya no me dolía nada, e incluso cuando ya bajaba la
inclinación otra vez podía correr. Así llegué a la meta, a tope, contento y con
todavía mucha potencia en las piernas.
Esa potencia desapareció muy rápido al llegar, al minuto sí
que ya me dolía todo el cuerpo. Había que hacer cola para recoger la sudadera,
y aunque no había mucha gente delante se me hizo eterno. Me volvieron entrar
ganas de vomitar, y no era el único, ya que un chico justo por delante se
desplomó. Solo era un desmayo, pero si demuestra muy bien que cada uno lleva su
cuerpo al límite.
Terminé en 17h10. Eso quiere decir que la segunda parte, que
tiene más cuestas, y donde ya acumulas mas cansancio la he hecho en poco más de
7 horas (incluido los 20 minutos de descanso a comer en kilometro 77,5). Me
quedo muy contento, nunca he estado en la forma física que tengo ahora y me da
mucha pena que ya casi se termina esta temporada y no poder aprovecharla en mas
carreras!
Queda la media de Calasparra, y luego la maratón de noche el
22 de junio en Bélgica, donde espero haya un globo de 3h30.
Enhorabuena Dennis!! Carreron y gran cronica. El calor tuvo que ser horrible, asi que entiendo lo de tu padre, pasando del fresquete de Belgica al calorazo de aqui. Nos vemos en Calasparra
ResponderEliminarenhorabuena y final espectacular. Y muchooo calor
ResponderEliminarenhorabuena dennis!!muy buena carrear y cronica!!la verdad que estaba leyendola y por momentos me metia en la cornica y lo pasaba mal de imaginar que se tiene que sentir en esos momentos ahi con tanto calor peroeres un campeon y con 2 cojones acabaste!!enhorabuena y a aprovechar lo poco que queda de temporada
ResponderEliminarBuena carrera y se ve que el calorin os las hizo pasar putas, no se sabe si para ese tipo de pruebas es mejor un pelin de frio. Enhorabuena y un saludico.
ResponderEliminarYa ha salido la clasificación!
ResponderEliminarEl primero lo ha hecho en 9h15.
De los 2700 marchadores han llegado 1877 (70%).
Me he quedado en posición 700 en un tiempo de 17h13.
Haciendolo en 15h horas me hubiera quedado en posición 325. Ya tengo objetivo para el año que viene :)))
enhorabuena por el carreron que has hecho y la buena clasificacion que has hecho.el año que viene seguro que te saldra aun mejor!!
EliminarEnhorabuena,tanto por la prueba como por la crónica, para kitarse el sombrero, manteniendo la forma haces seguro la maratón en 3h30min. Ahora descansa y disfruta de este nuevo logro...
ResponderEliminarEnhorabuena crack, ya eres un hombreMAN,jejejej. Buena prueba y bien disfrutada, la pregunta del millón, ¿volverías el año que viene??, jejejej. Un saludo.
ResponderEliminarPedazo de crónica y pedazo de actuación.
ResponderEliminarDespués de leerte lo tengo claro, el año que viene, si nada me lo impide, voy sin falta a esta prueba, menuda aventura...
Saludos, nos vemos en Calasparra y espero que tu padre se haya recuperado bien. Seguro que mucha gente se tuvo que retirar por el calor, que estos días esta siendo bestial.
bravo dennis,eres el primer cientounero del equipo,a tu padre igualmente darle la enhorabuena,si desde el 25 iba jodido muchos huevos le echó hasta el 50.un abrazo y a seguir en la pelea
ResponderEliminarenorme!!un abrazo a todos
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