6ª Maraton Alpino Al-Mudayna

El sábado fui, por segundo año, a la Almudema, a correr el maratón alpino Al-mudayna, esta era su sexta edición. En esta ocasión no iba solo, me acompañaban mi hermano Pepe, a correr la misma prueba, y Alejandro, que iba a realizar la prueba en BTT.

Al llegar, lo de siempre, recogida de dorsales, saludos y últimos preparativos. Y a las 9 estábamos en la línea de salida, bueno, un poco más atrás, en la parte media. Mi objetivo en esta carrera, después de unos días tocado físicamente (un resfriado fuertecillo que luego paso al estómago, aún seguía y sigo “suelto”) y dado que no me veo en mi mejor momento, era hacerla tranquilo de cara al domingo próximo en Ricote estar medio en condiciones. Pero las cosas no suelen salir como las planteo.

Yo soy el que va primero

Se da la salida y arranco tranquilo, la cabeza de carrera sale más rápido. Pero se equivocan de camino, a unos 300 metros de salir en vez de torcer a la izquierda siguen recto. A mí me extraña, pero pienso en un cambio en el recorrido. Entonces alguien grita que vamos por donde no es, hay unos momentos de confusión, pero como yo me acuerdo del año pasado, atravieso un campo y cojo el camino correcto, poniéndome en cabeza.  El resto me sigue y me alcanzan rápidamente, pero en vez de pasarme se ponen a mi ritmo, (o su ritmo era el mismo que el mío) y así, durante los primeros 5 km, voy en cabeza de carrera. Reconoceré que por la emoción voy más rápido de lo normal, pero bueno, era casi llano. Después de estos empieza la montaña de verdad, así que ya cojo mi ritmo y a lo mío, y me adelantan unos cuantos.

Lo cierto es que no iba especialmente bien, me dolía  la pierna, una mezcla de dolores de la contractura y la pubalgia  y además estaba flojete y  tirando mocos. Fueron pasando los kms y yo iba perdiendo puestos. Calculo que a mitad de carrera, iría en la posición 15 o 20. Al pasar por el inicio de la media, mi tiempo era de algo menos de 2 horas. En este punto se agradecen los ánimos. Allí estaba Antonio Ramírez, compañero del tragamillas, con una gran actuación en la media, quedando 1º en su categoría, sénior masculino.

Empieza la parte dura de la carrera. Primero la subida del alto de la sierra de las cabras. Aquí me doy cuenta de que voy, de tiempo al menos, mejor que el año anterior, ya que los de la media no me alcanzan hasta la mitad o más de la subida. Al alcanzarme los primeros corredores de la media cometo un error, gran error, me pongo en cola de los corredores que me van pasando  y voy a su ritmo, al menos en la parte de camino. Después cuando empieza “la zona impracticable” esa de arena negra donde te hundes y resbalas y tienes que ir a cuatro patas, ya se me van. Al coronar me doy cuenta de que las cosas van mal. Noto las piernas sin fuerza, supongo que sería lo que llaman el tío del mazo, o una pájara, yo diría falta de entrenamiento y baja forma. Pero hay que seguir, bajo como buenamente puedo, bebo bien y como algo (no tengo la barriga para fiestas) en el avituallamiento, y empiezo la segunda subida dura, collado juego de bolos, andando y tranquilamente. Aquí ya vamos todos mezclados, senderista, y corredores, de la media y la entera. Corono con más pena que gloria y mucho esfuerzo, km 30 y 3h25, en los últimos 10 km he tardado 1h 25… en ese momento veo muy difícil bajar mi marca del año pasado, 4h45, que era el principal objetivo de esta carrera,  mayormente porque quedan 11 o 12 km y no sé si voy a poder correr más. Aprieto el culo y empiezo a trotar y conforme puedo a correr, enganchándome a la gente que me pasa o alcanzando a los de delante. Es una buena motivación, te dices “aprieto y pillo a ese” lo coges, vas un poco a su ritmo, recuperas, y a por el de delante, y así. No voy a engañar a nadie, correr era un sufrimiento, por así decirlo, de fuerzas ya estaba recuperado, el mal momento había pasado, pero cada vez que levantaba la pierna derecha, el dolor era muy grande. En ese momento corro por orgullo, me jode y mucho empeorar marca respecto al año pasado. Empujado por esto, aprieto lo que puedo. Llego al cartel de últimos 5 kms, hago cuentas, puedo mejorar marca. Queda la cuesta de las banderitas y luego casi todo cuesta abajo hasta la meta. Llevaba algo más de 4h. Por el punto de control pase en 4h11. Subo andando la cuesta de las banderitas, y ya corro, algo más de tres kms hasta la meta, en los que sé que al ritmo que voy, 5 min/km +o-, mejoro marca en algo más de 5 min. A falta de un km y medio me da un calambre en la parte interna del muslo, en el mismo sitio que en el yeti el año pasado, ¿¿una buena señal?? Como sé que no pasa nada y nada puedo hacer, sigo a lo mío. Finalmente paso por meta en 4h37:31, unos 8 min menos que el año pasado. Así que finalmente termino alegre por el resultado, pero apretando más de lo que quería, y con más molestias de las esperadas en la pierna. Espero recuperar medio bien para el domingo.

Lo deportivo termina aquí, lo extradeportivo empieza ahora, y no es poco. Al llegar veo a Alejandro. Me dice que se ha caído de la bici, y que ha tenido que dejarlo en el km 11, yo ya le dije que pasaría, lo sé por experiencia propia (véase ronda), aparte de forma física para terminar una prueba así hay que tener cierta técnica, y no la tenemos. Esta con la pierna vendada por unos arañazos pero bien. Veo que he quedado 10 de la general y 1º de la categoría sénior masculino, no sé cuando fui adelantando gente en la segunda parte de la carrera, al estar todos mezclados, es difícil de saber. Mientras esperamos a mi hermano vamos a ducharnos, y después de la experiencia (duchas muy muy muy mejorables) Alejandro va a que le cambien la venda que esta mojada y yo al coche a dejar los macutos. Entonces me llama y me dice que está en la ambulancia que el medico se he empeñado en bajarlo a Caravaca al hospital para una radiografía, que acaba de ver entrar a mi hermano en meta, que se duche, coja el trofeo y bajemos a por él. Finalmente en el hospital le dicen que no tiene nada, así que nos vamos y de camino paramos a comer algo, que nos lo habíamos ganado.

Mi hermano termina en 5h36:56, el 37º, ya contara el mismo su experiencia. Cuando tenga fotos las colgare.

No me gusta entrar en temas de organización, aunque en ciertos aspectos (duchas, consigna, desayuno para una prueba así consistente en café y magdalena…) seria mejorable. Lo que por segundo año sigo sin comprender es el tema “senderistas que se ponen a correr y molestan a todo el mundo”, son como el perro del hortelano,  ni corren ni dejan correr, y encima no se quitan de en medio, lamentable, no todos por supuesto, pero hay algunos que se deberían quedar en casa. Lo lógico, en todos los niveles es dejar pasar al que va más rápido, el que corre al que va en bici, el que anda al que corre, y el que corre menos al que corre más.